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El cocodrilo de 237 millones de años, una nueva especie, ha sido nombrado Benggwigwishingasuchus eremicarminis, y perteneve a la Formación Favret, en Nevada.
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Un Cocodrilo de 237 Millones de Años Desconocido en el Desierto de Nevada
¿Quién hubiera imaginado encontrar los restos de un antiguo pariente de los cocodrilos en el árido desierto de Nevada? Un equipo de paleontólogos ha realizado un descubrimiento sorprendente: una nueva especie de arcosaurio pseudosuquio, al que han nombrado Benggwigwishingasuchus eremicarminis. Este hallazgo desafía nuestras nociones previas sobre la distribución de estos reptiles durante el período Triásico y nos brinda una nueva ventana al pasado de nuestro planeta.
Los fósiles de este reptil fueron encontrados en la Formación Favret, una región que hace millones de años era parte del vasto océano Panthalassa. Este descubrimiento es particularmente intrigante porque, si bien se han encontrado numerosos fósiles marinos en esta zona, la presencia de un animal terrestre tan lejos del mar es un enigma que ha desconcertado a los científicos. Como señala Nicole Klein, coautora del estudio, “Nuestra primera reacción fue: ¿Qué demonios es esto?”.
Un Viaje en el Tiempo al Triásico Medio
El fósil recién descubierto pertenece a un grupo de reptiles extintos conocidos como arcosaurios pseudosuquios. Estos animales vivieron durante el Triásico Medio, un período geológico que se extiende desde hace aproximadamente 247.2 a 237 millones de años. Durante esta época, los dinosaurios comenzaban a dominar la Tierra, mientras que en los océanos, los ictiosaurios, reptiles marinos de gran tamaño, eran los principales depredadores.
“Esta nueva y emocionante especie demuestra que los pseudosuquios ocupaban hábitats costeros a nivel mundial durante el Triásico Medio”, afirma Nate Smith, coautor del estudio. Este hallazgo sugiere que estos reptiles se adaptaron a vivir en una variedad de entornos, desde los desiertos hasta las costas, y que su distribución geográfica era mucho más amplia de lo que se había creído.
El Rompecabezas Evolutivo del Cocodrilo de 237 Millones de Años
Los arcosaurios pseudosuquios son un grupo extinto de reptiles que vivieron durante la Era Mesozoica. Aunque están estrechamente relacionados con los cocodrilos modernos, estos animales presentaban una gran variedad de formas y tamaños. El descubrimiento del B. eremicarminis agrega una nueva pieza al complejo rompecabezas de la evolución de estos reptiles. Arcosaurios pseudosuquios como este han sido descubiertos en lo que solían ser las costas del antiguo océano de Tetis en lo que hoy es Europa. B. eremicarminis es el primer representante costero del Océano Panthalassan y del hemisferio occidental.
Los científicos creen que los pseudosuquios experimentaron una rápida diversificación después de la extinción masiva del Pérmico, adaptándose a una amplia gama de nichos ecológicos. Sin embargo, muchas preguntas sobre la evolución y la ecología de estos animales aún permanecen sin respuesta.
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Se les paró el tiempo a estos fósiles vivientes: ¡Aquí está!, el pariente del cocodrilo de 237 millones de añosUn Análisis Detallado de los Fósiles
Para comprender mejor a esta nueva especie, los investigadores realizaron un análisis detallado de los fósiles. Los científicos examinaron la anatomía del B. eremicarminis y la compararon con otros arcosaurios pseudosuquios. Este análisis reveló que este animal estaba bien adaptado a la vida en un entorno costero.
“El espécimen de B. eremicarminis probablemente habría tenido alrededor de cinco a seis pies de largo”, explica Smith. Sin embargo, los científicos aún no tienen una imagen completa de cómo se veía este animal en vida o cómo se comportaba.
Un Nombre con Historia
El nombre Benggwigwishingasuchus eremicarminis tiene un significado especial. La palabra “Benggwi-Gwishinga” proviene de la lengua shoshone y significa “atrapar peces”, haciendo referencia al posible estilo de vida de este animal. Por su parte, “eremicarminis” significa “canción del desierto”, en honor a dos partidarios del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles que tienen una pasión tanto por la ópera como por la paleontología.
Este descubrimiento es un recordatorio de que aún queda mucho por aprender sobre la historia de la vida en la Tierra. Cada nuevo fósil nos brinda una oportunidad para reescribir nuestra comprensión del pasado y desvelar los misterios de la evolución.
El cocodrilo de 237 millones de años, una nueva especie, ha sido nombrado Benggwigwishingasuchus eremicarminis.
Para seguir pensando
Este descubrimiento abre nuevas puertas para la investigación en paleontología. Los científicos esperan encontrar más fósiles de pseudosuquios en otras partes del mundo, lo que les permitirá comprender mejor la diversidad y evolución de estos animales. “Un número creciente de descubrimientos recientes de pseudosuquios del Triásico Medio están insinuando que una cantidad subestimada de diversidad morfológica y ecológica y experimentación estaba ocurriendo temprano en la historia del grupo”, concluyó Smith.