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Los cambios en el clima afectaron la propagación de las plagas que devastaron el Imperio Romano, causando estragos en la población.

Clima y plagas: una lección del Imperio Romano

Los cambios en el clima afectaron la propagación de las plagas que devastaron el Imperio Romano, causando estragos en la población.
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Los cambios en el clima afectaron la propagación de las plagas que devastaron el Imperio Romano, causando estragos en la población.

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El clima y la salud en la antigüedad

El clima es un factor que influye en muchos aspectos de la vida humana, desde la agricultura hasta la economía, pasando por la política y la cultura. Pero también tiene un impacto en la salud, especialmente en épocas en las que no existían los avances médicos y sanitarios que tenemos hoy en día. Un ejemplo de esto lo encontramos en el Imperio Romano, una de las civilizaciones más poderosas y extensas de la historia, que sufrió varias pandemias mortales que coincidieron con periodos de frío y sequía en la península italiana, según un estudio publicado en la revista Science Advances.

Cómo se reconstruye el clima del pasado

Para saber cómo era el clima hace miles de años, los científicos utilizan métodos indirectos, llamados “proxies”, que se basan en el análisis de elementos naturales que registran las variaciones climáticas. Por ejemplo, los anillos de los árboles, las capas de hielo o los sedimentos marinos. En este caso, los investigadores se centraron en los restos fosilizados de unos microorganismos llamados dinoflagelados, que se encuentran en el fondo del golfo de Tarento, al sur de Italia. Estos seres vivos cambian de especie según la temperatura y la humedad del mar, por lo que sirven como indicadores del clima de la región. Al estudiar los diferentes estratos de los sedimentos, los científicos pudieron reconstruir el clima de la Italia romana entre el 200 a.C. y el 600 d.C., con una resolución de unos tres años.

Los periodos fríos y las plagas romanas

Los resultados del estudio muestran que hubo tres periodos muy fríos, que tuvieron temperaturas medias hasta tres grados centígrados más bajas que las de los siglos anteriores, y que duraron varias décadas. Estos periodos fueron entre el 160 y el 180 d.C., entre el 245 y el 274 d.C. y después del 500 d.C. Lo sorprendente es que estos periodos coinciden con los registros históricos de las principales plagas que afectaron al Imperio Romano: la peste de Galeno, también conocida como la peste antonina, que probablemente se originó en Asia occidental y causó diarrea, pústulas en la piel y fiebre; la peste de Cipriano, que se caracterizó por vómitos, hemorragias y gangrena; y la peste de Justiniano, la primera epidemia conocida de peste bubónica en Eurasia occidental, que se manifestó con fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y delirio.

“Los periodos fríos en el Imperio Romano, que coinciden con las principales plagas, nos muestran cómo el clima puede influir en la salud pública. Las bajas temperaturas y las enfermedades devastadoras, como la peste de Galeno, la peste de Cipriano y la peste de Justiniano.

¿Cómo se relaciona el clima con las enfermedades?

La pregunta que surge es: ¿cómo puede el clima influir en la aparición y propagación de las enfermedades? Los autores del estudio plantean varias hipótesis, que no son excluyentes entre sí. Una de ellas es que el frío y la sequía afectaron a la producción agrícola y a la disponibilidad de alimentos, lo que debilitó el sistema inmunológico de la población y la hizo más vulnerable a las infecciones. Otra es que el cambio climático alteró el hábitat y el comportamiento de los animales que transmiten los patógenos, como las ratas y las pulgas, que podrían haber buscado refugio en las ciudades y los almacenes de grano, aumentando el contacto con los humanos. Una tercera es que el clima provocó movimientos migratorios de pueblos que traían consigo nuevas enfermedades o que entraban en conflicto con los romanos, facilitando el intercambio de gérmenes.

Las consecuencias sociales y políticas del clima y las plagas en el Imperio Romano

Las plagas que asolaron al Imperio Romano tuvieron efectos devastadores no solo en la salud, sino también en la sociedad y la política. Se estima que entre el 25 y el 50 por ciento de la población del imperio murió a causa de estas enfermedades, lo que supone decenas de millones de personas. Esto provocó una crisis demográfica, económica y militar, que debilitó la capacidad del imperio para defenderse de las invasiones externas y para mantener el orden interno. Algunos historiadores consideran que estas pandemias fueron uno de los factores que contribuyeron al declive y la caída del Imperio Romano de Occidente, que se produjo en el siglo V d.C.

Clima y plagas en el Imperio Romano: Las lecciones del pasado para el presente

El estudio de la relación entre el clima y las plagas en el Imperio Romano nos ofrece algunas lecciones para el presente, en un momento en el que el mundo se enfrenta a un cambio climático provocado por la actividad humana y a una pandemia global causada por el coronavirus. Una de ellas es que el clima puede tener consecuencias imprevisibles e indeseables para la salud humana, especialmente si no estamos preparados para adaptarnos a sus cambios. Otra es que las enfermedades pueden tener un impacto profundo en la estabilidad y la prosperidad de las sociedades, sobre todo si no contamos con los recursos y las medidas adecuadas para prevenirlas y controlarlas. Una tercera es que la historia puede servirnos como fuente de conocimiento y de reflexión para afrontar los desafíos que nos plantea el futuro.

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Microorganismos Fósiles y el Clima del Imperio Romano

El estudio que hemos presentado tiene, como toda investigación científica, sus limitaciones y sus posibilidades de mejora. Por un lado, se basa en una sola fuente de datos climáticos, los dinoflagelados, que podrían complementarse con otros proxies, como los anillos de los árboles o las capas de hielo, para obtener una visión más completa y precisa del clima de la época. Por otro lado, se centra en una sola región geográfica, la península italiana, que podría ampliarse a otras zonas del Imperio Romano y del Mediterráneo, para comparar y contrastar los resultados. Además, se podría profundizar en el análisis de los mecanismos y las causas que vinculan el clima con las plagas, así como en el estudio de otros factores que también influyeron en el desarrollo y la propagación de las enfermedades, como la cultura, la religión, la política o la medicina.

Para seguir pensando

En este artículo hemos visto cómo el clima y las plagas estuvieron relacionados en el Imperio Romano, según un estudio científico que ha reconstruido el clima de la Italia romana a partir de los restos de unos microorganismos marinos. Hemos visto que hubo tres periodos fríos y secos que coincidieron con tres grandes pandemias que causaron la muerte de millones de personas y que contribuyeron al declive y la caída del imperio. También que este caso histórico nos puede servir para entender mejor cómo el clima puede afectar a la salud humana y cómo las enfermedades pueden afectar a la sociedad y la política. Hemos visto, por último, que este estudio tiene sus limitaciones y sus posibilidades de mejora, y que abre nuevas vías de investigación para profundizar en este tema tan relevante e interesante.