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Los síntomas del "trastorno del espectro autista" varían, desde retrasos en el lenguaje hasta sensibilidades sensoriales pronunciadas.

El Trastorno del Espectro Autista en los niños

Los síntomas del "trastorno del espectro autista" varían, desde retrasos en el lenguaje hasta sensibilidades sensoriales pronunciadas.
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El trastorno del espectro autista (TEA) es un conjunto de condiciones que afectan al desarrollo neurológico y que se caracterizan por dificultades en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad cognitiva.

CONTENIDOS

¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista y cómo se diagnostica?

El trastorno del espectro autista (TEA) es un conjunto de condiciones que afectan al desarrollo neurológico y que se caracterizan por dificultades en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad cognitiva. El TEA se diagnostica mediante la evaluación de los síntomas y el historial clínico del niño, así como la observación de su comportamiento en diferentes contextos. No hay una prueba médica específica para el TEA, sino que se basa en criterios clínicos establecidos por profesionales especializados. Según la OMS, el autismo afecta a 1 de cada 100 niños en el mundo. Aunque se puede detectar desde la primera infancia, muchas veces no se diagnostica hasta más tarde.

Los síntomas y señales de alerta del Trastorno del Espectro Autista

El autismo se considera un trastorno debido a que afecta el desarrollo normal del cerebro, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. Además, este trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. Los síntomas y señales de alerta del TEA pueden variar según la edad, el nivel de desarrollo y la gravedad del trastorno. Algunos de los más comunes son:

  • Retraso o ausencia del lenguaje verbal o no verbal.
  • Dificultad para iniciar o mantener conversaciones, comprender bromas, ironías o gestos.
  • Falta de interés o respuesta ante las emociones, los sentimientos o las intenciones de los demás.
  • Preferencia por actividades solitarias o repetitivas, resistencia al cambio o a las novedades.
  • Hipersensibilidad o hiposensibilidad a los estímulos sensoriales, como los sonidos, las luces o los olores.

Diagnóstico del autismo

El diagnóstico del autismo requiere la intervención de un profesional especializado en trastornos del neurodesarrollo. Este profesional realizará una evaluación exhaustiva basada en los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)

Señales de alerta del autismo

Existen señales de alerta que pueden indicar la presencia de autismo en los niños. Estas incluyen no balbucear ni hacer gestos a los 12 meses, no decir frases espontáneas de dos palabras a los 24 meses, y perder habilidades del lenguaje o sociales a cualquier edad.

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Los factores influyen en el desarrollo del Trastorno del Espectro Autista

No se conoce con exactitud la causa del TEA, pero se cree que intervienen factores genéticos y ambientales. Algunos estudios han identificado mutaciones o alteraciones en algunos genes que podrían estar relacionados con el TEA, así como factores prenatales o perinatales que podrían aumentar el riesgo, como la exposición a ciertas sustancias, infecciones o complicaciones durante el embarazo o el parto. Sin embargo, no hay una causa única ni determinante para el TEA, sino que se trata de un trastorno multifactorial y heterogéneo.

¿Qué tratamientos existen para el Trastorno del Espectro Autista

No hay un tratamiento curativo para el TEA, pero sí hay intervenciones que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con este trastorno y de sus familias. Estas intervenciones deben ser individualizadas, tempranas, intensivas y basadas en la evidencia científica. Algunas de las más utilizadas son:

  • Intervenciones conductuales, que se enfocan en enseñar habilidades sociales, comunicativas y adaptativas mediante el refuerzo positivo y la modificación de conductas problemáticas.
  • Intervenciones educativas, que se adaptan al nivel de desarrollo y a las necesidades específicas de cada niño, fomentando su autonomía y su inclusión escolar.
  • Intervenciones farmacológicas, que pueden ayudar a aliviar algunos síntomas asociados al TEA, como la ansiedad, la irritabilidad o la hiperactividad. Sin embargo, no deben ser el único tratamiento ni sustituir a las intervenciones psicoeducativas. (100 palabras)

La familia de niños con TEA

Los padres y los hermanos son los primeros agentes socializadores y educativos del niño con TEA, y también los que más le conocen y le quieren. Por eso, es importante que la familia reciba información, orientación y apoyo desde el momento del diagnóstico y a lo largo de todo el proceso. Asimismo, la familia debe participar activamente en las intervenciones que recibe el niño con TEA, colaborando con los profesionales y aplicando las estrategias aprendidas en el hogar y en la comunidad.

Algunos consejos que se pueden dar a las familias son:

  • Informarse sobre el trastorno y sus características, así como sobre los recursos y los derechos disponibles.
  • Buscar ayuda profesional y participar activamente en el proceso de intervención.
  • Establecer una rutina y una estructura en el hogar, así como unas normas y unos límites claros y coherentes.
  • Comunicarse de forma sencilla y directa con la persona con autismo, utilizando apoyos visuales si es necesario.
  • Fomentar sus intereses y sus fortalezas, así como su autoestima y su confianza.
  • Respetar su ritmo y sus preferencias, así como sus necesidades de espacio y de tiempo.
  • Cuidar la salud física y mental de la persona con autismo, así como la propia, buscando espacios de ocio y de relajación.

Para seguir pensando

El “trastorno del espectro autista” afecta el desarrollo neurológico, presentando dificultades en comunicación, interacción social y flexibilidad cognitiva. Se diagnostica por criterios clínicos y evaluación exhaustiva, sin causa única identificada. Los tratamientos son personalizados y basados en evidencia científica. La familia desempeña un papel fundamental en el apoyo y la participación en intervenciones. ¿Cómo puede la sociedad fomentar la inclusión y comprensión para mejorar la vida de personas con TEA?