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Manos humanas: La causa de la extinción de la megafauna

Un nuevo estudio apunta a la caza humana como la principal causa. La megafauna, vulnerable a la sobreexplotación, desencadenó la extinción.
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La extinción de la megafauna ocurrió en climas estables e inestables. El clima no fue el factor determinante. La caza, constante en cada migración humana.

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La desaparición de los gigantes: Un misterio de la historia

En un pasado no tan lejano, nuestro planeta era hogar de una fauna colosal. Desde perezosos del tamaño de elefantes hasta mamuts que vagaban por la tundra, estas criaturas magníficas dominaban los ecosistemas. Sin embargo, hace entre 50,000 y 10,000 años, la mayoría de estas megafaunas desaparecieron para siempre, dejando atrás un enigma que ha intrigado a científicos durante décadas.

Vulnerabilidad de las megafaunas: Estas criaturas, con largos períodos de gestación y crías escasas, eran particularmente vulnerables a la sobreexplotación por cazadores humanos.

El debate: Cambio climático o acción humana

Dos teorías principales han dominado el debate sobre la extinción de la megafauna: el cambio climático y la acción humana. Por un lado, el fin de la última glaciación trajo consigo transformaciones ambientales significativas, lo que pudo haber impactado la supervivencia de estas especies. Por otro lado, la llegada de los humanos a nuevas tierras durante este período coincide con la desaparición de la megafauna, lo que sugiere un rol potencial en su declive.

Un ejemplo claro: Los mamuts, cazados intensamente en todas las regiones, desaparecieron excepto en la isla Wrangel, donde no había humanos.

La evidencia apunta a la acción humana

Un nuevo estudio publicado en la revista Cambridge Prisms: Extinction aporta evidencia contundente que respalda la acción humana como la principal causa de la extinción de la megafauna. El estudio, realizado por un equipo de científicos liderados por Jens-Christian Svenning de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, analizó una amplia gama de datos, incluyendo registros fósiles, evidencia de caza humana y datos climáticos.

La vulnerabilidad de las megafaunas

Los investigadores encontraron que la extinción de la megafauna no se correlaciona con cambios climáticos específicos. De hecho, estas especies habían prosperado en períodos anteriores de cambio climático, lo que sugiere que el factor determinante fue otro. Por otro lado, la acción humana presentó una amenaza significativa para la supervivencia de la megafauna. Estas criaturas, con sus largos períodos de gestación y crías escasas, eran particularmente vulnerables a la sobreexplotación por parte de los cazadores humanos.

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Un patrón consistente en diferentes escenarios

El estudio destaca que la extinción de la megafauna se produjo en una variedad de escenarios climáticos, tanto estables como inestables. Esto indica que el cambio climático no fue el factor determinante. Además, la mayoría de las megafaunas se habrían adaptado bien a un ambiente que se calienta, según los investigadores. La evidencia sugiere que la caza humana fue el factor común que contribuyó a su desaparición, independientemente del clima local.

Los registros fósiles revelan que hace 50,000 años existían al menos 57 especies de megaherbívoros. Actualmente, solo sobreviven 11. Entre ellos se encuentran colosos como los hipopótamos y las jirafas, además de diversas especies de rinocerontes y elefantes, muchos de los cuales están en peligro de extinción.

La explotación humana: Un factor constante

Los investigadores encontraron que la explotación humana de la megafauna fue constante en los lugares a los que los humanos llegaban. Un ejemplo notable es el caso de los mamuts, mastodontes y perezosos gigantes, que fueron cazados intensamente en todas las regiones a las que los humanos migraron. La ausencia de humanos en la isla Wrangel, donde sobrevivió una población de mamuts, respalda aún más la idea de que la caza humana fue un factor crucial en su extinción.

La amenaza persistente para la megafauna actual

La investigación también destaca la situación preocupante de la megafauna actual, que enfrenta un declive acelerado debido a la explotación humana, como la caza y la pérdida de hábitat. Un estudio de 2019 encontró que alrededor del 98 por ciento de las especies de megafauna en peligro de extinción corren el riesgo de desaparecer debido a la presión humana.

Un pasado colosal: Hace 50,000-10,000 años, la Tierra era hogar de gigantes: perezosos elefantiásicos, mamuts en la tundra, wombats y canguros monumentales.

Para seguir pensando

Los hallazgos del estudio subrayan la necesidad urgente de implementar medidas de conservación y restauración activas para proteger la megafauna restante. La reintroducción de grandes mamíferos en ecosistemas adecuados puede ayudar a restaurar los equilibrios ecológicos y apoyar la biodiversidad, elementos esenciales para un planeta saludable. La investigación de Svenning y su equipo nos recuerda que la acción humana ha tenido un impacto profundo en el pasado y que nuestras decisiones actuales determinarán el futuro de la megafauna en nuestro planeta.