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Microbios sobreviven 2.000 millones de años en una roca

Los microbios han logrado sobrevivir sellados en una roca durante 2.000 millones de años, lo que demuestra su capacidad para resistir condiciones extremas y mantenerse intactos.
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La capacidad de los microbios que sobreviven 2.000 millones de años dentro de una roca destaca su impresionante resistencia en ambientes totalmente aislados y sin exposición a la luz.

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Investigadores confirman la vida microbiana en una roca antigua

Un equipo de científicos ha descubierto microbios vivos encerrados dentro de una roca de 2.000 millones de años, duplicando el récord anterior de 100 millones de años para la vida microbiana más longeva en la Tierra. La muestra fue extraída de una formación llamada el Complejo Ígneo de Bushveld, en el noreste de Sudáfrica. Se originó hace aproximadamente 2.000 millones de años por el enfriamiento del magma debajo de la superficie terrestre. Este hallazgo fue publicado en Microbial Ecology y ofrece información sobre cómo los microbios pueden sobrevivir en ambientes aislados y sin cambios durante largos periodos. Esta investigación sugiere que los microbios pueden evolucionar mucho más lentamente cuando están aislados de las presiones externas, lo que aporta pistas sobre la evolución de la vida en la Tierra.

Apariencia de la muestra de núcleo de perforación estudiada e inspección visual de la contaminación del fluido de perforación. Fotos de la muestra después de abrir fracturas (A) Un fragmento de roca recogido para su posterior análisis sin iluminación de luz ultravioleta.

Microbios sobreviven 2.000 millones de años: El proceso de muestreo garantizó la autenticidad

El equipo, liderado por Yohey Suzuki, geomicrobiólogo de la Universidad de Tokio, desarrolló un proceso riguroso para asegurar que los microbios hallados eran autóctonos y no resultado de la contaminación durante la perforación. “Nos aseguramos de que no hubiera ninguna posibilidad de contaminación externa”, explicó Suzuki. Para ello, se perforó la roca a 15 metros de profundidad en una región remota de Sudáfrica. Luego, se esterilizó la muestra y se utilizó un tinte especial que resalta el ADN, y permitió verificar que los microbios no provenían del proceso de extracción. La técnica utilizada para detectar el ADN de los microbios es extremadamente sensible, lo que garantizó que los microbios encontrados pertenecen al entorno original, eliminando cualquier duda de contaminación externa.

Un análisis con técnicas avanzadas

Los microbios fueron detectados mediante una técnica avanzada que usa un tinte de cianina. Este tinte se une al ADN y hace que las células microbianas brillen cuando se someten a espectroscopia infrarroja. El equipo de Suzuki ya había utilizado esta técnica en investigaciones previas, pero aquí resultó clave para confirmar la presencia de microbios antiguos. “El brillo bajo la luz infrarroja nos indicó que había ADN microbiano en la muestra”, señaló Suzuki. Además, el uso de arcilla en la formación rocosa contribuyó a la preservación de los microbios, proporcionando los nutrientes necesarios para su supervivencia. Este tipo de análisis, además de su alta sensibilidad, asegura que la vida microbiana puede permanecer sellada durante miles de millones de años sin deteriorarse ni verse afectada por el entorno externo.

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El estudio encontró a los microbios en pequeñas bolsas dentro de la roca, selladas por arcilla que evitó el contacto con el exterior. Estas bolsas contenían tanto materiales orgánicos como inorgánicos que los microbios metabolizaban para sobrevivir. “La arcilla no solo selló los microbios, sino que también les proporcionó un ambiente estable con recursos para vivir”, comentó Suzuki. Estas condiciones mantuvieron a los microbios aislados durante 2.000 millones de años, sin exposición a factores externos que hubieran alterado su evolución. Este hallazgo demuestra que las condiciones subterráneas pueden preservar la vida microbiana en una especie de cápsula del tiempo, lo que permite estudiar organismos extremadamente antiguos que no han experimentado cambios evolutivos significativos durante milenios.

Técnicas empleadas para evitar contaminación

Para asegurar la autenticidad de los microbios y evitar la posibilidad de contaminación durante la perforación, el equipo de investigación utilizó un conjunto de técnicas rigurosas. Se esterilizó el exterior de la muestra antes de su análisis, y el ADN microbiano se confirmó con la ayuda del tinte de cianina y espectroscopia infrarroja. “El proceso fue completamente seguro, sin riesgo de contaminación externa”, aseguró Suzuki. El uso de arcillas en la formación rocosa jugó un papel crucial en el aislamiento de los microbios y evitó que el fluido de perforación alterara las muestras. El equipo planea seguir analizando más muestras para obtener más información sobre las condiciones que permitieron la supervivencia de estos microbios durante tanto tiempo.

Manipulación in situ de un núcleo de perforación. Ilustración esquemática del procedimiento de limpieza, flameado y almacenaje de una muestra de núcleo de roca.

Para seguir pensando

El hallazgo de microbios tan antiguos en la Tierra abre nuevas posibilidades para la exploración de vida en Marte. Según Suzuki, “este descubrimiento es alentador para futuras misiones en Marte, donde podríamos encontrar microbios en rocas similares”. El rover Perseverance de la NASA está recolectando actualmente muestras de roca de una edad similar en el planeta rojo. Los investigadores están ansiosos por ver si las condiciones subterráneas de Marte también han permitido la supervivencia de vida microbiana, como parece haber sucedido en la Tierra. El análisis detallado de estas muestras marcianas podría ofrecer pistas importantes sobre la existencia de vida en otros planetas y cómo se comporta en condiciones extremas y aisladas.