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Diuqin es un homenaje a la cultura Mapuche y simboliza la capacidad de este dinosaurio volador para acechar y sorprender a sus presas. Su descubrimiento es solo un ejemplo de las maravillas que aún se esconden en la Patagonia.
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Un cazador prehistórico surcando los cielos de la Patagonia
El mundo de la paleontología ha sido testigo de un hallazgo significativo en la provincia de Neuquén, Argentina. Un equipo de investigadores del CONICET ha identificado una nueva especie de dinosaurio carnívoro, el Diuqin lechiguanae, que habitó la Tierra hace aproximadamente 83 millones de años. Este descubrimiento no solo añade un miembro más a la familia de los terópodos sino que también ofrece una ventana al pasado de la biodiversidad en el Hemisferio Sur.
Entre los fósiles que allí se encuentran, uno ha captado la atención de los paleontólogos: un nuevo dinosaurio volador, bautizado como Diuqin lechiguanae. Este depredador aéreo, que dominó los cielos hace aproximadamente 80 millones de años, durante el período Santoniense del Cretácico Superior, aporta información crucial para comprender la fascinante evolución de las aves.
Diuqin habitó la Formación Bajo de la Carpa, en Neuquén, un ecosistema exuberante con titanosaurios, cocodrilos y otros dinosaurios. Este dinosaurio volador de tamaño mediano revela la complejidad de la vida prehistórica.
Un hallazgo en una tierra de colosos
Los restos de Diuqin fueron descubiertos en la Formación Bajo de la Carpa, en la provincia de Neuquén. Esta zona era, en aquel entonces, un exuberante ecosistema habitado por una gran diversidad de criaturas, incluyendo titanosaurios colosales, cocodrilos y otros dinosaurios. El nuevo dinosaurio volador, de tamaño mediano, se suma a esta fauna diversa, revelando la complejidad y riqueza de la vida en la Patagonia prehistórica.
Diuqin un dinosaurio volador: Anatomía única para un vuelo singular
Diuqin pertenece a un grupo de dinosaurios conocidos como unenlagiines, considerados parientes cercanos de las aves modernas. Sin embargo, este nuevo espécimen presenta características únicas que lo diferencian de otros unenlagiines. Por ejemplo, posee una columna vertebral con algunas vértebras fusionadas, lo que sugiere una mayor rigidez y estabilidad durante el vuelo. Además, su húmero, el hueso del brazo, muestra una estructura distinta a la de otros unenlagiines, lo que podría indicar adaptaciones para un estilo de vuelo diferente, posiblemente más acrobático o con mayor capacidad de maniobra.
Diuqin pertenece a los unenlagiines, parientes cercanos de las aves. Posee características únicas: vértebras fusionadas para mayor rigidez durante el vuelo y un húmero con estructura distinta, indicando un estilo de vuelo diferente.
Una pieza clave en el rompecabezas evolutivo de las aves
El descubrimiento de Diuqin llena un vacío importante en el registro fósil de los unenlagiines, proporcionando información valiosa sobre su evolución. Su posición en el árbol filogenético de las aves, aún en estudio, podría ayudar a comprender cómo estas criaturas ancestrales lograron finalmente conquistar los cielos y dar origen a la increíble diversidad de aves que conocemos hoy en día.
Evidencia de las interacciones depredador-presa
Un detalle que intriga a los investigadores son las marcas de dientes presentes en el húmero de Diuqin. Estas marcas, probablemente dejadas por un depredador, como un megaraptor, ofrecen una ventana a las interacciones depredador-presa en el ecosistema del Cretácico Superior. La presencia de estas marcas también sugiere que Diuqin, a pesar de ser un cazador aéreo, no estaba exento de peligros en su propio entorno.
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El descubrimiento de Diuqin lechiguanae no solo amplía nuestro conocimiento sobre la diversidad de dinosaurios en la Patagonia, sino que también nos acerca a comprender la fascinante historia evolutiva de las aves. Este nuevo depredador volador, que surcó los cielos hace millones de años, nos recuerda la riqueza y complejidad de la vida en nuestro planeta. El nombre Diuqin proviene del idioma Mapuche, honrando a la cultura indígena de la región donde fue encontrado el fósil. La segunda parte del nombre, lechiguanae, rinde homenaje a una bruja de la película argentina “Nazareno Cruz y el Lobo”, simbolizando la capacidad de esta criatura para acechar y sorprender a sus presas.
Características Únicas de Diuqin un dinosaurio volador
El Diuqin lechiguanae se distingue por sus autapomorfías, características únicas que lo diferencian de otros miembros de su grupo. Entre ellas, destacan una lámina accesoria horizontal en la última vértebra sacra y un par de forámenes elípticos en la misma región. Estas particularidades anatómicas son esenciales para comprender la evolución de los terópodos en la región.
A pesar de que el esqueleto encontrado es muy incompleto, ha sido posible identificar al Diuqin como una nueva especie. Los huesos preservados, incluyendo un húmero casi completo, han proporcionado información valiosa sobre la anatomía y las posibles capacidades físicas de este dinosaurio.
Un detalle intrigante son las marcas de dientes en el húmero de Diuqin, posiblemente dejadas por un depredador como un megaraptor, revelando las interacciones depredador-presa en el Cretácico Superior.
Para seguir pensando
La Patagonia Argentina es una región con un rico patrimonio paleontológico, considerada uno de los sitios más importantes del mundo para el estudio de dinosaurios y otras criaturas prehistóricas. Las condiciones geológicas excepcionales de la región han permitido la preservación de fósiles en un estado extraordinario, brindando a los investigadores una ventana única al pasado.
El descubrimiento de Diuqin es el resultado del trabajo incansable de un equipo de paleontólogos argentinos e internacionales, quienes dedican su tiempo y esfuerzo a la búsqueda y estudio de fósiles en la Patagonia. Su pasión por la paleontología y su compromiso con la investigación científica son fundamentales para ampliar nuestro conocimiento sobre la historia de la vida en nuestro planeta.