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Un nuevo estudio sugiere que América fue poblada antes del apogeo de la última edad de hielo hace más de 20 años.
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Huellas antiguas confirman que América fue poblada hace más de 20 mil años
Un nuevo estudio sugiere que América fue poblada antes del apogeo de la última edad de hielo hace más de 20 años. El estudio, publicado en Science, derriba décadas de pensamiento sobre cuándo llegaron los humanos a América del Norte. Los investigadores determinaron las edades de los granos de polen y los diminutos cristales de cuarzo en los sedimentos junto a las huellas, que están enterradas a unos pocos metros debajo de la superficie. El trabajo confirma los hallazgos de un estudio de 2021, que se basó en fechas de radiocarbono de semillas de plantas acuáticas en los sedimentos.
Huellas fósiles humanas de hace 20 mil años
Las huellas fósiles humanas encontradas en el Parque Nacional White Sands de Nuevo México fueron hechas casi con certeza hace más de 20.000 años, durante el apogeo de la última edad de hielo, según la nueva investigación. Las huellas se encuentran junto a un lago seco en el parque y sugieren que los humanos ya vivían en Nuevo México durante miles de años cuando comenzó la cultura Clovis, que se consideraba la primera conocida en América .
La datación por radiocarbono confirman la antigüedad de las huellas en América
El anuncio en 2021 de la asombrosamente antigua edad de las huellas, que se basó en la medición de los niveles de carbono 14 radiactivo en semillas de la planta acuática Ruppia cirrhosa, también conocida como hierba zanjera espiralada, en capas de sedimento por encima y por debajo de las huellas, creó controversia entre los arqueólogos. Los críticos argumentaron que el agua podría haber fluido a través de rocas antiguas antes de ser absorbida por las semillas y transmitir así carbono que podría hacerlas parecer más viejas de lo que realmente eran. Pero los métodos alternativos de datación refutan esa idea, dice la coautora principal del nuevo estudio Kathleen Springer, geóloga del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS). En el nuevo estudio, los investigadores determinaron la edad por radiocarbono de granos microscópicos de polen en las capas de sedimento, que no habían estado sumergidos en agua lacustre. También utilizaron la luminiscencia para medir cuánto tiempo habían estado enterrados los cristales de cuarzo .
Las migraciones humanas de hace 20 mil años en América
¿Sabía que los primeros habitantes de América no solo vinieron de Siberia, sino que también regresaron allí? Así lo revela un estudio reciente que ha encontrado huellas genéticas de origen nativo americano en antiguos siberianos. Este hallazgo supone “un cambio paradigmático”, según Springer, uno de los autores del estudio. “La gente estaba en Nuevo México durante el Último Máximo Glacial, cuando las enormes capas de hielo más al norte eran intransitables, eso va en contra de todas las ideas sobre migraciones y rutas migratorias”. El Último Máximo Glacial fue el periodo más frío de la última edad de hielo, que ocurrió entre hace 26.000 y 20.000 años. Durante ese tiempo, se cree que los siberianos cruzaron el estrecho de Bering hacia América del Norte, aprovechando la formación de un puente de tierra o usando botes. Sin embargo, el estudio publicado en Current Biology muestra que algunos de ellos volvieron a Siberia, llevando consigo parte del ADN de los nativos americanos. Este intercambio genético demuestra que las migraciones humanas fueron más complejas y dinámicas de lo que se pensaba.
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Este origen americano, todavía presente en los genomas de algunos siberianos hoy en día, se suma a una dispersión de evidencias arqueológicas que sugieren que los norteamericanos estuvieron en contacto con sus vecinos del norte asiático durante miles de años antes de la llegada de los europeos. El descubrimiento no es del todo inesperado. “El movimiento humano rara vez es unidireccional”, dice el coautor del nuevo estudio Cosimo Posth, arqueogenetista de la Universidad de Tübingen en Alemania. “Normalmente hay algún intercambio”. Un estudio de 2019 encontró evidencia genética de que las antiguas personas que vivían a ambos lados del estrecho de Bering estaban en contacto entre sí. Un pequeño número de hallazgos arqueológicos en Alaska, incluido el descubrimiento de cuentas de vidrio del siglo XV que pueden ser de origen veneciano. Estos elementos han apuntado hacia un comercio continuo entre América del Norte y el resto del mundo.
Rutas migratorias y diversidad genética
Pero hasta qué punto se extendieron estos vínculos desde el estrecho es poco claro. Incluso se sabe poco sobre cómo se movía la gente dentro de Siberia en los últimos miles de años. Para reconstruir esta parte de la historia de la región, Posth y sus colegas secuenciaron el ADN de 10 personas antiguas cuyos restos fueron desenterrados en varios lugares de Siberia. Compararon estos datos con los de otros individuos antiguos y modernos y encontraron que algunos siberianos tenían una ascendencia genética compartida con los nativos americanos. Esta ascendencia de América se remonta a hace unos 20 mil años, cuando fue poblada por un grupo ancestral común. Este grupo, se dividió en dos ramas: una que se dirigió hacia América del Norte y otra que permaneció en Siberia.
El papel del cambio climático en las migraciones humanas
“`Los investigadores sugieren que el cambio climático pudo haber impulsado estas migraciones bidireccionales. Durante el Último Máximo Glacial, el nivel del mar era más bajo y el estrecho de Bering era una masa terrestre expuesta. Pero a medida que el clima se calentaba y el hielo se derretía, el nivel del mar subía y el puente terrestre se convertía en una serie de islas. Estas islas podrían haber servido como puntos de parada para los viajeros entre Asia y América, facilitando el intercambio cultural y genético. Este proceso condujo a que América fue poblada hace más de 20 mil años. La extinción de la megafauna sudamericana podría ser un claro ejemplo de la huella de los humanos en los ecosistemas y un indicador de su presencia. Uno de los eventos más destacados y antiguos de impacto negativo es este. Durante El Pleistoceno final la megafauna sudamericana prosperaba y luego desapareció casi repentinamente del registro fósil.
América poblada hace más de 20 mil años
Los nuevos estudios abren nuevas preguntas sobre la historia humana en las Américas y Siberia. ¿Cómo vivían estas personas antiguas? ¿Qué tipo de tecnología usaban? ¿Qué les impulsó a explorar nuevos territorios? Para responder a estas preguntas, se necesitarán más evidencias arqueológicas y genéticas, así como una mayor colaboración entre los investigadores y las comunidades indígenas actuales. Como dice Posth, “todavía hay mucho por descubrir”.