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Según el idioma que tengas podrías distinguir los colores más fácil

Los resultados de este estudio sugieren que existe una relación entre el lenguaje, poder distinguir los colores y la forma en que hablamos.
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La capacidad de distinguir los colores es fundamental para nuestra interacción con el mundo, desde identificar señales de peligro hasta elegir la ropa adecuada.

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¿Cómo nombramos los colores? Una cuestión de percepción

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas culturas tienen más palabras para describir los colores que otras? La respuesta podría sorprenderte: la forma en que nombramos los colores podría estar influenciando directamente cómo los percibimos. Un nuevo estudio revela que el lenguaje que utilizamos para clasificar los tonos podría estar modelando nuestra percepción visual.

La percepción del color es un proceso complejo que involucra tanto factores biológicos como culturales, y el lenguaje juega un papel importante en la forma en que categorizamos y describimos los colores que vemos.

El cerebro, un pintor con paleta lingüística

Nuestro cerebro es un órgano increíblemente complejo que procesa una gran cantidad de información visual cada segundo. Al igual que un pintor selecciona los colores de su paleta para crear una obra de arte, nuestro cerebro utiliza las palabras que hemos aprendido para categorizar y distinguir los colores que vemos. Esta capacidad de categorización, según los investigadores, podría estar influyendo en la velocidad y precisión con la que distinguimos entre tonos similares.

Un experimento revelador para distinguir los colores

Para explorar esta relación entre lenguaje y percepción, un equipo de investigadores llevó a cabo un experimento con voluntarios bilingües y monolingües. Los participantes realizaron una serie de pruebas en las que debían distinguir entre diferentes tonos de azul. Los resultados fueron sorprendentes: los hablantes de idiomas con más palabras para describir el azul, como el lituano, demostraron ser más rápidos en identificar las diferencias de tono que aquellos que solo contaban con una palabra, como los hablantes de noruego.

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El lenguaje como herramienta de discriminación

“La investigación revela que el lenguaje que utilizan activamente las personas bilingües puede afectar significativamente su percepción del color”, afirma Akvilė Sinkevičiūtė, una de las autoras del estudio. “Los hallazgos muestran que el lenguaje que usas puede moldear la forma en que percibes el mundo, hasta la percepción básica del color”.

Los investigadores creen que al tener más palabras para describir un rango de colores, el cerebro puede crear categorías más precisas y detalladas. Esto, a su vez, facilita la discriminación entre tonos similares.

Poder distinguir los colores en un vínculo dinámico

“Esto apoya la idea de que el lenguaje que usamos puede afectar la forma en que percibimos los colores, y que este vínculo es muy dinámico y depende de la activación en el cerebro”, explica Mila Vulchanova, lingüista y coautora del estudio.

Este hallazgo no solo tiene implicaciones para nuestra comprensión de la percepción del color, sino que también sugiere que el lenguaje podría estar influyendo en otras áreas de nuestra cognición. Al utilizar diferentes idiomas, activamos diferentes redes neuronales, lo que podría modificar nuestra forma de pensar y percibir el mundo que nos rodea.

En noruego, existe una palabra para ‘azul’, mientras que en lituano hay dos. Las investigaciones indican que la habilidad para diferenciar colores puede estar influenciada por varios factores, incluyendo el idioma que hablamos y nuestras experiencias culturales.

Para seguir pensando

Aunque la percepción del color pueda parecer algo trivial, en realidad es fundamental para nuestra interacción con el mundo. Desde identificar señales de peligro hasta elegir la ropa adecuada, nuestra capacidad para distinguir entre diferentes colores juega un papel crucial en nuestra vida diaria. Los hallazgos de este estudio nos ayudan a comprender mejor cómo funciona nuestro cerebro y cómo el lenguaje moldea nuestra experiencia sensorial.