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Los fósiles encontrados en Angola proporcionan evidencia de la división entre América del Sur y África, revelando detalles sobre la vida marina de la época.

Evidencia geológica de la división entre América del Sur y África

Los fósiles encontrados en Angola proporcionan evidencia de la división entre América del Sur y África, revelando detalles sobre la vida marina de la época.
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La división entre América del Sur y África marcó un hito en la historia geológica de nuestro planeta, dando lugar a la formación del Océano Atlántico.

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La división entre América del Sur y África: La Danza Continental

La Tierra, nuestro hogar, es un escenario dinámico donde las placas tectónicas realizan una danza milenaria. En el caso del Basin Namibe en Angola, los científicos han descubierto evidencias de un evento geológico monumental: la separación de América del Sur y África. Este proceso, que comenzó hace aproximadamente 140 millones de años durante el período Cretácico, dio inicio a la formación del Océano Atlántico Sur. Las rocas y fósiles encontrados en este lugar narran la historia de este gran episodio geológico. Estos hallazgos son testimonios de la teoría de la deriva continental. Esta teoría, postula que los continentes de la Tierra estuvieron una vez unidos en un supercontinente llamado Pangea antes de separarse para formar los continentes actuales.

Cuenca de Namibe, Angola, donde el equipo de investigadores encontró rocas y fósiles de reptiles marinos extintos. Las diferentes letras corresponden a diferentes momentos durante la división de América del Sur y África y la posterior formación del Océano Atlántico Sur.

Un Registro Geológico Completo

La costa sur de Angola ofrece un registro geológico posiblemente más completo que cualquier otro lugar en tierra firme. Aquí, se pueden observar las distintas etapas de la separación continental y la apertura del océano. Los investigadores han identificado rocas y fósiles que datan desde hace 130 hasta 71 millones de años, proporcionando una ventana al pasado de la Tierra. Este registro geológico único permite a los científicos estudiar en detalle la secuencia de eventos que llevaron a la formación del Océano Atlántico Sur. La presencia de estas rocas y fósiles en un solo lugar ofrece una oportunidad única para entender cómo y cuándo se formó el Océano Atlántico Sur.

La Evidencia en las Rocas de la división entre América del Sur y África

Las rocas del Basin Namibe cuentan una historia detallada de la separación de los continentes. Los campos de lava, fallas y depósitos de sal son testigos de la actividad volcánica, inundaciones oceánicas y la evaporación que ocurrieron durante este proceso. Estas características geológicas son cruciales para comprender cómo y cuándo se formó el Océano Atlántico Sur. Además, los fósiles de grandes reptiles marinos que vivieron durante el período Cretácico, justo después de la formación del Atlántico y mientras este se expandía, son evidencia de la vida marina que prosperó en el océano recién formado y proporcionan información valiosa sobre la biodiversidad de la época.

Placas continentales actuales

Fósiles del Cretácico

Los paleontólogos han descubierto en Angola fósiles de grandes reptiles marinos que vivieron durante el período Cretácico, justo después de la formación del Atlántico y mientras este se expandía. Estos fósiles son evidencia de la vida marina que prosperó en el océano recién formado y proporcionan información valiosa sobre la biodiversidad de la época. Los fósiles encontrados incluyen restos de ictiosaurios, plesiosaurios y mosasaurios, reptiles marinos que dominaron los océanos durante el Mesozoico. Estos fósiles, junto con los sedimentos en los que se encuentran, ofrecen una visión única de las condiciones ambientales y climáticas de la época. Lo que permite a los científicos reconstruir los ecosistemas marinos del Cretácico y entender cómo estos cambiaron a medida que el Atlántico Sur se abría y se expandía.

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Colaboración Internacional para estudiar la división entre América del Sur y África

Un equipo internacional de paleontólogos y geólogos ha trabajado conjuntamente para analizar las formaciones rocosas. Los fósiles encontrados en ocho diferentes localidades a lo largo de la costa de Angola. Este esfuerzo colaborativo ha permitido documentar con precisión la secuencia de eventos que llevaron a la formación del océano. La colaboración internacional en ciencias geológicas es vital para abordar problemas complejos que no pueden ser resueltos por una sola nación o comunidad. La colaboración permite compartir conocimientos, recursos y experiencias, y promueve la innovación y el avance científico. En este caso, la colaboración ha permitido reunir una amplia gama de expertos y especialidades, desde la geología y la paleontología hasta la geoquímica y la geofísica. En este caso para abordar un problema geológico de gran envergadura y significado.

Los científicos estudian la división entre América del Sur y África para entender mejor los procesos tectónicos que moldearon la Tierra tal como la conocemos hoy.

Angola en el Escenario Mundial

El descubrimiento en Angola no solo es significativo para la geología y la paleontología, sino que también coloca al país en un lugar destacado en el mapa científico mundial. Los hallazgos de este equipo de investigación han atraído la atención internacional. Han puesto de relieve la importancia de Angola en el estudio de la historia geológica de la Tierra. Angola se ha convertido en un referente para el estudio de la apertura del Océano Atlántico Sur, ofreciendo un registro geológico único y completo que no se encuentra en ningún otro lugar. Estos descubrimientos han permitido a Angola contribuir de manera significativa a nuestra comprensión de la historia de la Tierra y han destacado el valor de su patrimonio geológico.

Para seguir pensando

La importancia de estos descubrimientos subraya la necesidad de preservar el patrimonio geológico de Angola. Proteger estos sitios no solo es crucial para la investigación científica futura, sino también para la educación y el turismo geológico. El concepto de patrimonio geológico, o geoheritage, se refiere a las características geológicas con valor científico, cultural, educativo o histórico significativo. La preservación de este patrimonio es esencial para mantener la conexión entre las personas, el paisaje y la historia de la Tierra. La conservación geológica implica la identificación, protección y gestión de sitios y paisajes que son importantes por sus rocas, fósiles, minerales u otras características geológicas o geomorfológicas de interés. Si estos registros únicos se destruyen, se perderán para siempre y no se pueden restaurar artificialmente. Es nuestra responsabilidad transferir el conocimiento y el patrimonio geológico a las futuras generaciones.