Este trastorno visual desforma los rostros

Trastorno visual raro que desforma rostros

La prosopagnosia es una condición que impide reconocer los rostros de las personas, incluso los propios o los de familiares y amigos. Se trata de un tipo de agnosia visual, es decir, una alteración de la percepción que no se debe a problemas de visión, de memoria o de aprendizaje. La prosopagnosia puede ser adquirida, por ejemplo, tras una lesión cerebral, o congénita, es decir, presente desde el nacimiento o la infancia. El trastorno visual que desforma rostros: Prosopagnosia, dificulta reconocer caras por fallos cerebrales en procesar rostros, afectando relaciones e interacciones sociales.

¿Qué causa el trastorno visual que desforma rostros?

La prosopagnosia se asocia con el daño o el mal funcionamiento de una zona del cerebro llamada giro fusiforme, situada en el lóbulo temporal. Esta zona se activa especialmente cuando vemos rostros, y nos permite identificarlos con más detalle que otros objetos complejos. Las personas con prosopagnosia tienen que recurrir a otros sistemas de reconocimiento visual, menos sensibles y específicos, que se basan en rasgos aislados o en pistas secundarias, como el cabello, la ropa, la voz o la forma de caminar.

Trastorno visual que desforma rostros: ¿Cómo se diagnostica?

La prosopagnosia puede ser difícil de diagnosticar, ya que las personas que la padecen suelen desarrollar estrategias para compensar su déficit y evitar situaciones embarazosas. Además, muchas de ellas no son conscientes de que tienen un problema, o lo atribuyen a otros factores, como la falta de atención o la mala memoria. Para detectar la prosopagnosia, se utilizan pruebas que evalúan la capacidad de reconocer rostros conocidos, de memorizar rostros nuevos, de distinguir entre rostros similares o de emparejar rostros con nombres o con voces.

Consecuencias del trastorno visual que desforma rostros

La prosopagnosia puede tener un impacto negativo en la vida social, emocional y laboral de las personas que la sufren. Algunas de las consecuencias que puede provocar son las siguientes:

• Dificultad para establecer y mantener relaciones interpersonales, tanto con personas cercanas como con desconocidas.
• Aislamiento social, ansiedad o fobia social, por el temor a equivocarse o a ofender a alguien al no reconocerlo.
• Depresión, baja autoestima o sentimiento de culpa, por la frustración o la vergüenza que genera la prosopagnosia.
• Problemas de adaptación o de rendimiento en el ámbito escolar o laboral, por la dificultad para interactuar con los compañeros, los profesores o los clientes.

¿Cómo se trata la prosopagnosia?

No hay una cura definitiva para la prosopagnosia, pero se pueden aplicar medidas para mejorar la calidad de vida de quienes la sufren. Informar a quienes rodean al afectado sobre la condición es vital para su comprensión y colaboración. El entrenamiento del reconocimiento facial mediante ejercicios que estimulen la atención y memoria es útil. Además, aprovechar pistas contextuales como lugar o situación, junto con señales no faciales como tono de voz o peinado, ayuda a distinguir a las personas.

¿Qué curiosidades hay sobre la prosopagnosia?

La prosopagnosia es un trastorno que ha despertado el interés de la ciencia, el arte y la cultura. Algunas de las curiosidades que se pueden mencionar sobre la prosopagnosia son las siguientes:

• Algunas personas famosas que han revelado tener prosopagnosia son el actor Brad Pitt, el pintor Chuck Close, el escritor Oliver Sacks y el neurocientífico Vilayanur Ramachandran.
• La prosopagnosia ha sido retratada en varias obras de ficción, como la película El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, basada en el libro homónimo de Oliver Sacks, o la serie de televisión Perception, protagonizada por un profesor de neurociencia que sufre prosopagnosia.
• La prosopagnosia puede tener un efecto inverso, llamado hiperosmia, que consiste en una capacidad extraordinaria para reconocer rostros, incluso de personas que se han visto una sola vez o que son desconocidas. Se cree que este fenómeno se debe a una mayor actividad del giro fusiforme.

Algunos avances hay sobre el trastorno visual que desforma rostros

La prosopagnosia no cuenta con una cura definitiva, pero se pueden implementar acciones que mejoren la vida de quienes la experimentan. Es fundamental informar a quienes rodean al afectado para que comprendan y colaboren en la solución. El entrenamiento en el reconocimiento facial, mediante ejercicios que estimulen la atención y memoria, resulta beneficioso. Además, utilizar pistas contextuales, como el entorno o situación, y señales no faciales, como tono de voz o estilo de cabello, se revela como estrategias útiles para distinguir a las personas. Estas prácticas combinadas pueden contribuir significativamente a la identificación en interacciones sociales y diarias.

Para seguir pensando

La prosopagnosia, trastorno que afecta el reconocimiento facial, subraya la complejidad de la percepción visual. Este desorden, vinculado al giro fusiforme cerebral, altera la identificación de rostros. En paralelo, la complejidad en la percepción del color evidencia la sofisticación del sistema visual. Ambos fenómenos revelan la intrincada red neuronal que procesa rasgos faciales y matices cromáticos, subrayando la diversidad y la profundidad de la percepción humana.