OMS declara alerta global por la nueva cepa de viruela símica

La rápida expansión de la nueva cepa de viruela símica en África ha generado preocupaciones significativas entre los expertos en salud pública a nivel mundial.

La nueva cepa de viruela símica: un virus que cambia y preocupa a los expertos

La viruela símica, conocida también como viruela del mono, es un virus de la misma familia que la viruela humana, aunque menos estudiado. Su descubrimiento se remonta a 1970 en la República Democrática del Congo (RDC). Este virus ha cobrado una preocupante relevancia en los últimos años. La aparición de nuevas cepas están generando un aumento significativo en los casos de contagio, especialmente en África. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la situación ha alcanzado un punto crítico con la reciente propagación de un subclado más virulento. Este clado, denominado clado 1b, fue identificado por primera vez en septiembre de 2023. Ha alarmado a los expertos por su alta tasa de mortalidad, que ronda entre el 3% y el 4%, mucho más elevada que la del clado 2b, responsable de un brote anterior menos letal.

La detección de una nueva cepa de viruela símica en la República Democrática del Congo ha alarmado a los científicos debido a su alta tasa de mortalidad.

La propagación del virus y su impacto en África

El brote actual ha sido particularmente devastador en la RDC. Donde se han reportado más de 14.000 casos y 524 muertes solo en lo que va del año. La rápida propagación de este nuevo clado ha llevado a la OMS a declarar la situación como una emergencia sanitaria mundial. Una medida que refleja la gravedad de la crisis. Según el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, “la detección de este clado en países vecinos de la RDC, donde no se había informado previamente sobre viruela símica, es extremadamente preocupante”. Los países afectados incluyen a Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, todos ellos sin experiencia previa en el manejo de este tipo de brotes. La situación ha generado preocupación a nivel mundial, ya que una propagación descontrolada podría llevar a una crisis sanitaria de mayores dimensiones.

La nueva cepa de viruela símica y la complejidad del virus

El virus de la viruela símica ha demostrado ser más complejo de lo que inicialmente se pensaba. Los expertos han observado que el clado 1b, a diferencia de sus predecesores, parece estar propagándose principalmente a través de redes sexuales, lo que ha complicado los esfuerzos de contención. La aparición de nuevos subclados dentro de este clado ha dejado claro que el virus está evolucionando, con mutaciones que podrían estar aumentando su capacidad para causar daño e infectar. Según la viróloga Cheryl Walter, “no entendemos completamente si los cambios genéticos están haciendo que estos virus se propaguen más fácilmente, pero lo que es evidente es que el virus está mutando y podría volverse más virulento o transmisible”. La comunidad científica está trabajando a contrarreloj para estudiar estas variaciones y comprender mejor el comportamiento del virus en diferentes entornos.

La investigación sobre la transmisión y evolución del virus

Los estudios recientes se han centrado en comprender cómo se propaga el clado 1b y qué factores están contribuyendo a su rápida difusión. Investigadores han utilizado técnicas avanzadas de secuenciación genética. Para rastrear las mutaciones del virus y analizar cómo estas afectan su capacidad para infectar a nuevos huéspedes. La Dra. Maria Van Kerkhove, directora de preparación y prevención de epidemias de la OMS, ha destacado la importancia de estas investigaciones, afirmando que “con una mejor comprensión de la epidemiología y los patrones de transmisión, podremos desplegar de manera más efectiva el número limitado de vacunas disponibles”. Los resultados sugieren que el virus podría estar adaptándose para infectar a humanos de manera más eficiente. Lo que subraya la necesidad de respuestas rápidas y coordinadas para evitar que el brote se salga de control.

Avances en el diagnóstico y la respuesta sanitaria

Además de estudiar el virus, los expertos están trabajando en mejorar los métodos de diagnóstico y respuesta ante el brote. La detección temprana es crucial para contener la propagación. Se están desarrollando nuevas pruebas que permiten identificar el virus de manera más rápida y precisa. La OMS ha hecho un llamado a los países afectados para que fortalezcan sus capacidades de vigilancia y diagnóstico. Por ello están advirtiendo que “sin una vigilancia robusta, no tenemos el panorama completo de la situación”. Asimismo, se están explorando opciones para aumentar la producción de vacunas y medicamentos antivirales. Aunque la escasez de recursos en muchas regiones afectadas sigue siendo un desafío. La Dra. Marion Koopmans, directora del Centro de Gestión de Pandemias y Desastres de la Universidad Erasmus, ha señalado que “invertir en capacidad de diagnóstico y respuesta es fundamental para evitar que el brote se convierta en una pandemia global”.

Los expertos en virología estudian la nueva cepa de viruela símica, buscando entender su mecanismo de transmisión y posibles vías para controlar su expansión.

Para seguir pensando

La comunidad internacional tiene un papel crucial en la contención de la viruela símica, especialmente en regiones como África, donde la infraestructura sanitaria es limitada. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha intensificado sus esfuerzos en la RDC y otros países afectados, enfocándose en las áreas de difícil acceso donde la necesidad es mayor. Estos esfuerzos incluyen la distribución de suministros médicos, la capacitación de personal sanitario local y la implementación de campañas de concienciación para educar a la población sobre cómo prevenir el contagio. Sin embargo, la magnitud del brote requiere una colaboración global más amplia, con países más desarrollados proporcionando apoyo financiero, técnico y logístico. Como ha afirmado Tedros Adhanom Ghebreyesus, “una respuesta internacional coordinada es esencial para detener estos brotes y salvar vidas”. La rápida actuación y la cooperación a nivel global serán determinantes para evitar que este brote se convierta en una catástrofe sanitaria de escala mundial.